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viernes, 4 de noviembre de 2011

Sergio III, y la pornocracia

La elección de Sergio, conde de Túsculo, como papa supone el inicio de un periodo de la historia del papado conocido como "pornocracia" debido a la influencia que en las decisiones papales van a jugar las amantes de los pontífices.
Nombrado obispo de Cerveteri por el papa Formoso fue sin embargo uno de los participantes en el "concilio del cadáver" que se celebró contra dicho pontífice a instancias del papa Esteban VI y que finalizaría con la exhumación y profanación del cadáver.
A la muerte del papa Esteban VI, en 897, intentó, apoyado por la familia Spoleto, acceder por primera vez al trono papal aunque fracasó al resultar elegido Teodoro II.
Al año siguiente intentó por segunda vez acceder al pontificado, fracasando nuevamente al ser elegido Juan IX lo que le supuso ser excomulgado y exiliado hasta que el papa León V revocó la excomunión y pudo volver a Roma en 903.
Tras su regreso, y apoyado por la familia Spoleto y sobre todo por el senador y jefe militar de Roma, Teofilacto I y su esposa Teodora, depone y hace encarcelar al antipapa Cristóbal para luego hacerlo estrangular junto al papa León V.
Eliminados el Papa y el antipapa, sus valedores lo hacen elegir pontífice el 29 de enero de 904 y manda anular los decretos surgidos de todos los concilios celebrados desde 898 que buscaban rehabilitar a Formoso. Luego inicia un segundo juicio contra el cadáver hallándolo nuevamente culpable y arrojando sus restos al Tíber.
Sergio III tuvo como amantes a la esposa de Teofilacto y a la hija de este Marozia, con la que tuvo un hijo, el futuro papa Juan XI, que se convirtieron en los verdaderos gobernantes de Roma durante varios decenios.
Durante su pontificado, en 905 el emperador Luis III intentó regresar de su exilio, siendo capturado y cegado por el rey de Italia Berenguer I que lo destituyó como emperador e intentó infructuosamente que el papa Sergio lo coronara como sucesor.
En su relación con Bizancio, autorizó el cuarto matrimonio del emperador León VI con su amante Zoe, que le había dado su único heredero. Con ello no sólo se enfrentó con el Patriarca de Constantinopla, Nicolás el Místico sino que ignoró tanto la legislación civil de la época, como la eclesiástica.
Entre los aspectos positivos de su pontificado cabe señalar que durante el mismo, en 910, se fundó la abadía benedictina de Cluny gracias a la donación de una villa que realizó el duque Guillermo I de Aquitania con la condición de que la misma dependiera directamente del Papa y no de un noble o un obispo.
Asimismo reconstruyó la basílica de San Juan de Letrán que había sido destruida por un terremoto. En las medallas de este pontífice está esculpida por primera vez la tiara.
Sergio III falleció el 14 de abril de 911.

Fuente: EC


Felix V, el antipapa

Nombre de Amadeo de Saboya , antipapa (1440-1449). Nacido el 4 de diciembre , 1383, murió en Ripaille el 7 de enero de 1451. El concilio cismático de Basilea, depuso al papa legal Eugenio IV y procedió inmediatamente con la elección de un antipapa. Queriendo asegurarse influencias adicionales y soporte económico se volvieron hacia el rico y poderoso principe el Duque Amadeo IV de Saboya que había ejercido su autoridad de formas suaves sobre sus dependencias y había mostrado gran celo por los interses de la Iglesia, especialmente en lo relacionado con el Cisma de Occidente y la sucesión papal, que había llegado a su fin en el Concilio de Constanza. El emperador Segismundo había mostrado aprecio por los servicios de este gobernante elevando a ducado el anterior condado de Saboya, en 1416 y en 1422 confirió a Amadeo el condado de Génova. Al morir su esposa, Maria de Borgoña, el doque Amadeo decidió llevar en adelante una vida de contemplación, pero sin renunciar completamente al gobierno de sus territorios. Nombró a su hijo Luis regente del ducado y se retiró a Rapaille, sobre el lago Ginebra, donde, en compañía de 5 caballeros con los que había formado la orden de S. Mauricio, llevaba una vida semimonástica siguiendao la regla que él mismo había redactado.
Amadeo había estado en contacto con el concili cismático de Basilea; y fue elegido papa el 30 de octubre de 1439, por el colegio electoral del concilio, que incluía un cardenal d'Allamand de Aries, once obispos, siete abades, cinco teólogos y nueve canonistas. Después de largas negociaciones con una diputación del concilio, Amadeo aceptó la elección, el 5 de febrero de 1440, al mismo tiempo que renunciaba completamente al gobierno de su ducado. Su ambición una postura algo fantástica le llevaron a dar este paso. Tomó el nombre de Félix V y fue solemnemente consagrado y coronado por el cardenal d'Allamand el 24 de julio de 1440. Eugenio IV ya le había excomulgado el 23 de marzo, en el concilio de Florencia. Hasta 1442, el famoso Aeneas Sylvinus Piccolomini, más tarde Pio II, fue el secretario del antipapa. Esta renovación del cisma arruinó cualquier éxito de la asamblea de Basilea, recién cerrada en Constanza. En adelante Amadeo residió en Saboya y Suiza. Sus esfuerzos para rodearse de una curia no tuvo mucho éxito, ya que muchos de los que nombraba cardenales declinaron la dignidad. Solo halló reconocimiento general en Saboya y Suiza, pero sus reclamaciones fueron también reconocidas por los duques de Austria, Tyrol y Beviera- Munich, el Code palatino de Simmen, la orden teutónica, algunas otras órdenes alemanas y algunas universidades que en adelante se adhirieron Basilea. Pronto se vio envuelto en una lucha con el conde de Basilea sobre su derecho a la distribución de los beneficios. El papa legal, Eugenio IV y su sucesor Nicolás V (1447), que fueron universalmente reconocidos, primero por España y Polonia, hallaron sus posturas más ampliamente admitidas en Francia y Alemania. En 1442 y el 16 de marzo de 1443, ocurrió la última sesión de la samblea de Basilea. Félix, que por razón de los beneficios había asumido la administración de la diócesis de Ginebra, se agarró durante seis años más a su dignidad usurpada, pero finalmente se sometió en 1449 a Nicolás V, y recibió el título de cardenal de Sta. Sabina, siendo nombrado vicario- general apostólico permanente para los territorios de la casa de Saboya y varias otras diócesis ( Basilea, Estrasburgo, Chur etc.) Y así terminó el último cisma papal. 


Fuente: EcWiki

Mapa de Constantinopla




Fuente: Google imágenes

Byzas y la leyenda de Bizancio o Constantinopla

Los orígenes de Bizancio están rodeados de leyendas míticas. Según la tradición un grupo de megarenses, procedentes de Megara, ciudad griega situada en la gran zona metropolitana de Atenas, dirigidos por el mítico Byzas, realizaron la fundación de Bizancio entre el 660 y el 658 a.C., con la clara intención de dominar el camino del mar por el estratégico paso. Apoyándonos en los testimonios de Hesiquio, Arriano, y Dionisio Bizantino, Byzas era hijo de una ninfa de la zona, Semystra, que se había casado con Phidaleia, hija del rey tracio Barbyzos. Según la leyenda, Byzas había recibido de Apolo, por medio de un oráculo en Delfos, la orden de fundar la colonia “enfrente de los ciegos” (Estrabón VII, 320; Tácito, Anales XII, 63).
Sin embargo, esta leyenda presenta distintas dificultades. Así el nombre del fundador mítico, Byzas, tiene más de tracio que de griego, y por tanto, cabe suponer, que la colonia no se fundara ex novo, sino que fuese una yuxtaposición de aldeas: una existente, cuyo nombre, según Plinio el joven, sería Lygos, habitada por pescadores tracios; y una nueva fundada por los colonos griegos que venían a convivir con los habitantes nativos por medio de pactos y de alianzas.
Si queda en duda la identidad de Byzas, ¿cuál es su función en de este conjunto de leyendas? ¿De dónde procede su identidad?. Byzas, al igual que otros personajes se fueron añadiendo a la memoria y tradición de la ciudad para enaltecer y mitificar el origen de la futura capital del Imperio Romano de Oriente, al igual que Rómulo está en el origen mítico de Roma, capital del Imperio Romano de Occidente.
Por tanto, en el corazón del conjunto de leyendas mitológicas que rodean los orígenes de Bizancio, los historiadores consideran, como hipótesis más plausible, que su fundación fue un proyecto griego en el que participaron los tracios. El acto de fundación constituye una gesta geopolítica de gran envergadura, muy en la línea de la política colonial griega de la época orientada al control de los estrechos, en este caso la peligrosa entrada sur del estrecho del Bósforo, el “Vado de la Vaca“.





Fuente: Aristas

Papas crueles en la Edad Media

El Papa Sergio II (904-911 d.C) quien obtuvo la oficina papal por medio del asesinato, y quien fuera llamado “el Papa Monstruo”.

El Papa Juan XII (931-935 d.C) fue muy corrupto y no tenía respeto por las mujeres solteras, casadas o viudas. Éste fue asesinado por un marido celoso.

El Papa Bonifacio VII (984-985 d.C) fue un ladrón, asesino y sucio. Envenenó al Papa Juan XIV y más tarde él mismo fue envenenado.

El Papa Benedicto VIII (1012-1024 d.C) tomó el oficio papal por un chantaje.

El Papa Benedicto IX (1033-1045 d.C) fue elegido Papa a los doce años por medio de arreglos monetarios. Más tarde, aún siendo joven, cometió crímenes, homicidios, y adulterios en pleno día.

El Papa Inocencio XII (1194-1216 d.C) fue homicida de un millón de “herejes” al crear la “santa inquisición”.

El Papa Bonifacio VIII (1294-1303 d.C) practicó la brujería, llamó mentiroso e hipócrita a Jesús, dijo ser ateo, y negó la vida futura. Fue homicida y pervertido sexual. Durante el reinado de este vil Papa, Dante visitó Roma y la describió como “el alcantarillado de la corrupción” y puso a Bonifacio VIII (junto con el Papa Nicolás III y Clemente V) en “las profundidades del infierno.”

El Papa Juan XXII (1410-1415 d.C) fue acusado por 37 testigos—obispos y sacerdotes en su mayoría— de fornicación, adulterio, incesto, sodomía, hurto, y homicidio. Violó a 300 monjas.

El Papa Sixto IV (1471-1484 d.C) tuvo dos hijos ilegítimos de su manceba Teresa a los cuales hizo cardenales.
 
El Papa Inocencio VIII (1484-1492 d.C) tuvo 16 hijos de varias mujeres.

El Papa Alejandro VI (1492-1521 d.C) ganó el papado con chantajes. Cuando era Cardenal y Obispo vivió en pecado con Vanezza de Catanei. Vivió en incesto con sus dos hermanas y con su propia hija. El 31 de Octubre de 1501 hizo una orgía sexual en el Vaticano. Sólo se preocupó por los intereses materiales para sus hijos y a ganar más territorios para su familia.






                                                                                                                                               

Documental - El imperio Bizantino y el imperio de oriente

                                                                 Parte 1:




                                                                 Parte 2:



                                                                  Parte 3:

jueves, 3 de noviembre de 2011

Iglesias en la Edad Media

Video realizado por el papa actual Benedicto XVI, en donde muestra con imágenes y explica la importancia de las iglesias construidas en este periodo de la historia universal.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Clodoveo, el Rey Franco

Clodoveo I: Fue rey de los francos (481-511) y primer monarca destacado de la dinastía Merovingia. Sucedió a su padre, Childerico I, como rey de los francos salios. Su mandato se centró fundamentalmente en unir a los francos salios del norte del Rin con los francos ripuarios del bajo Rin. Comenzó con una victoria en el año 486 sobre Siagrio, el último gobernador romano en el norte de la Galia. En torno al 493, cuando se casó con la princesa burgundia Clotilde (posteriormente canonizada como santa Clotilde), Clodoveo había derrotado a muchos príncipes de escaso rango cuyos territorios rodeaban su capital, situada en Soissons. Más tarde entró en conflicto, en el 496, con la confederación de tribus germánicas conocidas como alamanes, que habitaban las tierras orientales de sus dominios. Según la leyenda, pudo derrotar a su enemigo gracias a la invocación a Dios que hizo su esposa, de religión cristiana. Clotilde fue ciertamente un instrumento clave en la conversión de Clodoveo al cristianismo siendo bautizado en el 496. Llegó a ser la principal figura del cristianismo de toda la Galia y recibió el apoyo de la Iglesia en todas sus campañas. Continuó luchando contra los alamanes, quienes fueron sometidos completamente hacia el año 506; al año siguiente, los visigodos fueron derrotados de forma decisiva cuando su rey, Alarico II, fue muerto por Clodoveo en la batalla que tuvo lugar cerca de Poitiers, en Vouillé. Clodoveo convirtió París en la capital del reino franco, el cual abarcaba entonces la mayor parte de la actual Francia y el suroeste de Alemania. De acuerdo con la costumbre salia, repartió su reino entre sus cuatro hijos.


Fuente: Nabuko

martes, 1 de noviembre de 2011

Conversión al cristianismo de los bárbaros

Ya antes de San Gregorio la Iglesia había obtenido dos triunfos importantes con las conversiones de los francos, en la época de Clovis, y de los visigodos, en tiempos de Recaredo; el siglo VI había sido, pues, fértil en conquistas espirituales para la Iglesia, que contaba ahora con la adhesión de los dos reinos romano - germánicos más importantes.
            Por su parte, San Gregorio se preocupó por lograr la conversión de los anglosajones; enviado por él, el monje Agustín predicó la doctrina cristiana en los reinos sajones y logró los primeros éxitos, fundando luego el arzobispado de Canterbury. Más tarde fueron convertidos también los anglos.

Finalmente, en el siglo VIII y con el auxilio de los Heristal, el papado emprendió la conversión de las otras conversiones germánicas que permanecían en el paganismo, especialmente los sajones; el triunfo de sus planes se debió a la tesonera acción de San Bonifacio y al apoyo de los conquistadores francos.


Fuentes: Alipso

lunes, 31 de octubre de 2011

domingo, 30 de octubre de 2011

Cisma de la Iglesia católica

El Cisma de Oriente y Occidente, es el nombre dado al evento de mutua excomunión que separó al Papa y a la cristiandad de Occidente, de los patriarcas y cristiandad de Oriente, especialmente del principal de ellos, el Patriarca Ecuménico de Constantinopla.

Controversia filioque
En el año 589, durante el Tercer Concilio de Toledo, se produjo la añadidura del término filioque (traducible como "y del Hijo"), por lo que el Credo pasaba a declarar que el Espíritu Santo procede no exclusivamente del Padre, sino del Padre y del Hijo:
“et in Spiritum Sanctum, dominum et vivificantem, qui ex Patre Filioque” procedit ("y en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo")

Cisma
En el año 1054, el Papa León IX quien, amenazado por los normandos, buscaba una alianza con Bizancio, mandó una embajada a Constantinopla encabezada por su colaborador, el cardenal Humberto de Silva Candida. Los legados papales negaron, a su llegada a Constantinopla, el título de ecuménico al Patriarca Miguel I Cerulario y, además, pusieron en duda la legitimidad de su elevación al patriarcado. El patriarca se negó entonces a recibir a los legados. El cardenal respondió publicando su Diálogo entre un romano y un constantinopolitano, en el que se burlaba de las costumbres griegas y, tras excomulgar a Cerulario mediante una bula que depositó el 16 de julio de 1054 sobre el altar de la Iglesia de Santa Sofía, abandonó la ciudad. A su vez, pocos días después (24 de julio), Cerulario respondió excomulgando al cardenal y a su séquito, y quemó públicamente la bula romana, con lo que se inició el Cisma. Alegaba que, en el momento de la excomunión, León IX había muerto y por lo tanto el acto excomunicatorio del cardenal de Silva no habría tenido validez; añade también que se excomulgaron individuos, no Iglesias.
Las causas primarias de la cisma fueron sin duda las tensiones producidas por las pretensiones de suprema autoridad (el título de "ecuménico") del Papa de Roma y las exigencias de autoridad del Patriarca de Constantinopla. Efectivamente, el Obispo de Roma reclamaba autoridad sobre toda la cristiandad, incluyendo a los cuatro Patriarcas más importantes de Oriente; los Patriarcas, por su lado, alegaban, según su entendimiento e interpretación de la Sagrada Tradición Apostólica y las Sagradas Escrituras, que el Obispo de Roma solo podía pretender ser un "primero entre sus iguales" o "Primus inter pares". Por su parte, los Papas, según su interpretación de la Tradición Apostólica y las Sagradas Escrituras, declaraban que "es necesario que cualquier Iglesia esté en armonía con la Iglesia (de Roma), por considerarla depositaria primigenia de la Tradición apostólica" (San Irineo de Lyon, s. II d. C.). También tuvo gran influencia el Gran Cisma en las variaciones de las prácticas litúrgicas (calendarios y santorales distintos) y disputas sobre las jurisdicciones episcopales y patriarcales.
Tanto la Iglesia Ortodoxa como la Iglesia Católica Romana, reivindican también la exclusividad de la fórmula: "Una, Santa, Católica y Apostólica" implicándose cada una como la única heredera legítima de la Iglesia primitiva o universal y atribuyendo a la otra el haber "abandonado la iglesia verdadera" durante el Gran Cisma.



sábado, 29 de octubre de 2011

Música

La música sacra o cantos gregorianos eran muy frecuentes en la edad media, algunos ejemplos son:



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jueves, 27 de octubre de 2011

Inquisición

La reaparición del comercio, la industria, la vida urbana, así como el desarrollo de burgueses, influyeron en la Iglesia. Aparecieron nuevas ideas sobre la pobreza, basadas en interpretaciones libres de los Evangelios, que combatían el enriquecimiento de los burgueses. Como algunos de los que predicaban tales ideas pusieron en duda la autoridad del Papa y ciertos dogmas, fueron declarados herejes. Para combatir esos "errores" contra el dogma católico - así los consideraba la Iglesia católica de la época -, el Papa Gregorio IX estableció el Tribunal de la Inquisición, en sus Bulas de 1233.


En un sentido, el Tribunal de la Inquisición representó un avance en los procedimientos judiciales de la época (por ejemplo, había que probar con testigos y documentos una acusación y el acusado tenía su defensor), sin embargo, ello fue anulado por la utilización de la tortura como medio para lograr que el acusado se retractara de la herejía. Finalmente, los condenados eran quemados vivos en la hoguera.


Desde el siglo XIII, los jueces de la Iquisición juzgaron y condenaron a la hoguera a cuantos difundían lo que ellos consideraban herejías. Tal fue el caso de los cátaros (presentes en parte de Francia y España), quieres como cristianos, realizaron una interpretación propia y alternativa de la Biblia contrapuesta a las creencias cristianas fundamentales. Entre otras cosas, propusieron un modelo de salvación basado en un único sacramento, el bautismo del Santo Espíritu. Los cátaros fueron perseguidos y varios de ellos condenados a la hoguera, especialmente durante el siglo XIII.


Fuente: LibroDeClasesTerceroMedio

miércoles, 26 de octubre de 2011

Crisis del feudalismo y Estado Moderno

La crisis del feudalismo es el periodo de decadencia por el cual pasa el feudalismo, y se caracteriza por el agotamiento de las tierras de cultivo y la falta de alimentos, lo que por consecuencia produjo hambruna y una gran cantidad de muertos. Esto conllevó a la aparición de enfermedades epidémicas, como pestes. Tal es el caso de la conocida peste negra, la cual disminuyó notoriamente el número de población europea.
Los vasallos prefirieron realizar pagos en metálico a cambio de la ayuda militar debida a sus señores; a su vez éstos tendieron a preferir el dinero, que les permitía contratar tropas profesionales que en muchas ocasiones estaban mejor entrenadas y eran más disciplinadas que los vasallos. Además, el resurgimiento de las tácticas de infantería y la introducción de nuevas armas, como el arco y la pica, hicieron que la caballería no fuera ya un factor decisivo para la guerra. La decadencia del feudalismo se aceleró en los siglos XIV y XV. Durante la guerra de los Cien Años, las caballerías francesa e inglesa combatieron duramente, pero las batallas se ganaron en gran medida por los soldados profesionales y en especial por los arqueros de a pie. Los soldados profesionales combatieron en unidades cuyos jefes habían prestado juramento de homenaje y fidelidad a un príncipe, pero con contratos no hereditarios y que normalmente tenían una duración de meses o años. Este "feudalismo bastardo" estaba a un paso del sistema de mercenarios, que ya había triunfado en la Italia de los condotieros renacentistas.




Fue en este momento cuando los reyes aprovecharon esta crisis del feudalismo para retomar su poder, y su proceso de surgimiento se aceleró en el Renacimiento, con profundas transformaciones en los mecanismos del gobierno y en el ejercicio del poder. Este proceso estuvo respaldado por la burguesía, una nueva clase social nacida con este tipo de Estado. El Estado moderno poseía identidad, estaba organizado, estructurado y era formal; era reconocido políticamente por otros y el poder estaba centralizado. Su formación tuvo variadas consecuencias a nivel político, económico y social. Fue el modo de gobierno utilizado en toda la Edad Moderna y parte de la Contemporánea.




Fuente: HistoriaUniversal

martes, 25 de octubre de 2011

Crisis Agrícola

Las crisis sociales principalmente afectaban en mayor cantidad al sector más pobre de la población (campesinos). Esta crisis comienza con el desequilibrio que existió cuando la población comenzó a crecer y con el estancamiento de las producciones.



  Factores de la crisis

  • Todo apunta a que fueron el hambre, la guerra y las pestes que desde finales del S.XIII asolaron Europa, pero estos no son factores únicos de la depresión agrícola, pues son extrapolables a la crisis en general.
  • Aunque no son cuestiones nuevas tendrán un gran impacto en el S.XIV produciendo un gran cataclismo y actuando sobre una sociedad en descomposición, debido a la subida de los impuestos llevada a cabo como reafirmación monárquica.
  • A ello se une la escasez de metal, sobretodo plata, por lo que se recurrirá a devaluar la moneda con aleaciones más débiles, produciéndose así unos desajustes en los precios de los productos y salarios de trabajo.
  • El hambre sería producto de las malas cosechas de la insuficiencia de las mismas o directamente, de su perdida, pues que la producción de cereales, base de la alimentación, decae por un agotamiento natural de los suelos, ya que el único abono era el estiércol animal, que había ido a menos debido al desarrollo agrícola.
  • Además, al aumentar la población, también se produce una intensificación en el trabajo de los suelos y experimentan avances los cultivos de otros productos, sobretodo los relacionados con la industria textil (lino) aumentando de manera espectacular la producción de lienzos.
  • Pero sobre todo hay un cese en las roturaciones, fenómeno que se dio de forma masiva en los siglos anteriores.

domingo, 23 de octubre de 2011

Comienzos


Con la invasión bárbara en el Imperio Romano de Occidente, convivieron distintas creencias religiosas. El paganismo imperaba entre los anglosajones, los francos y los suevos. El arrianismo, opuesto al cristianismo, ya que negaba la identidad de naturaleza entre Dios Padre y su hijo Jesucristo, era la fe que abrazaron los vándalos, los burgundios, los visigodos y los ostogrodos.
Sin embargo, la Iglesia cristiana se impuso como factor unificador y poco a poco, los reinos se convirtieron al cristianismo. Los francos, durante la monarquía de Clodoveo, adoptaron el cristianismo, a fines del siglo V, y los visigodos lo hicieron a fines del siglo VI, bajo el reinado de Recaredo.
En el siglo VIII, Pepino el Breve, hijo de Carlos Martel, considerado defensor de la cristiandad, por impedir el avance de los pueblos musulmanes sobre el reino de los francos, obtuvo la corona, e inauguró la dinastía carolingia, con el apoyo del Papa, a quien los francos se comprometieron a ayudar para repeler a los lombardos.
Con la asunción de Carlomagno, en el año 800, como Emperador, coronado por el Papa, y la construcción de un nuevo imperio en Occidente, se estableció un mutuo acuerdo de sendas autoridades entre el papa y el Emperador, transformándose el último en el brazo armado de la Iglesia.
Luego de la muerte de Carlomagno y de su hijo, Luis El Piadoso, en el año 843, por el Tratado de Verdún, el imperio se dividió en tres partes, desintegrándose el imperio carolingio, pero no la autoridad del Papa, que la ejerció sobre todo el territorio.
Tomando como modelo la organización administrativa romana, la Iglesia se dividió en provincias y diócesis. Los Papas, considerados sucesores del apóstol San Pedro, y cabezas de la Iglesia, fijaron su residencia en Roma.
La autoridad religiosa contaba para asegurar su autoridad, con dos instrumentos: la Excomunión, por la cual podía excluir de su seno a quienes no la obedecieran, y la Inquisición, cuyos tristemente famosos tribunales, realizaban juicios a los sospechosos de herejías que eran condenados a penas crueles, como la muerte en la hoguera.
En el siglo XI, el Papa Gregorio VII, realizó una reforma religiosa para imponer la autoridad del Papa sobre cualquier otro poder, además de dotar a la iglesia de un cuerpo legal propio, que originó el derecho Canónico. Esto enfrentó a la autoridad eclesiástica con el Emperador por el poder, en la Querella de Investiduras, hasta la firma del Concordato de Worms, en el siglo XII, donde se definieron las atribuciones de ambos poderes.
Posteriormente surgieron nuevas órdenes, llamadas mendicantes, como los franciscanos y los dominicos, que a diferencia de otros religiosos no debían establecer su residencia en un lugar fijo, actuando como predicadores, misioneros, inquisidores, canonistas, teólogos o intelectuales.
Ambas datan de comienzos del siglo XIII. La primera se debe a la obra de San Francisco de Asís, basada en las virtudes de la fe y la caridad. La segunda, a Santo Domingo de Guzmán, quienes renunciaron a los bienes terrenales, combatieron la herejía y privilegiaron el conocimiento como medio de lograr sus aspiraciones religiosas.
A partir del siglo XI y hasta fines del Siglo XIII, se produjeron las cruzadas, con el fin de recuperar la ciudad de Jerusalén, en poder de los turcos, con nefastas consecuencias, salvo la reactivación del comercio.
Entre los siglos XI y XIII, se produjo la reconquista española, sobre el territorio ocupado por los musulmanes, formándose cuatro reinos cristianos: Navarra, Aragón, Portugal y Castilla.
En el siglo XIII, la Iglesia estableció una nómina de oficios o profesiones consideradas deshonrosas, entre las que incluía a los mercaderes y banqueros, pues la finalidad de ganancia de sus actividades, los alejaba del fin de un buen cristiano. Condenaba la usura, el crédito y el préstamo.
Como tenían la posibilidad de arrepentimiento, tras una larga vida al frente de sus negocios, ya al final de sus días, los que ejercían estas profesiones indignas, las abandonaban, expresando su arrepentimiento, haciendo donaciones, o ingresando a órdenes religiosas, para lograr su salvación eterna.
Para evitar esta disociación entre el nuevo orden urbano que implicaba la existencia de personas dedicadas al comercio, la iglesia estableció que esa actividad, no sería considerada prohibida si se realizaba con la finalidad del bien común.
En el siglo XIV, la Corona francesa protagonizó una disputa con la Iglesia, donde la primera logró establecer su predominio, trasladando a Aviñón (Francia), el lugar de residencia del Papa y nombrando como sucesores a Papas franceses.
Una parte de la Iglesia, desconoció la autoridad francesa, y otro Papa, se instaló en Roma coexistiendo con el de Aviñón. Esta situación se prolongó hasta el año 1417, y es conocida como el Cisma de occidente.
En el siglo VIII, sucedió la crisis iconoclasta, que dividió el mundo cristiano entre los que veneraban las imágenes religiosas (íconos) y los que se oponían a ellos. Prohibido el culto a los íconos por el emperador León III, fue restituido a fines del siglo VIII, por presión de los fieles, que entregando ofrendas a las imágenes encontraban un modo de canalizar su fe y por los propios religiosos, que habían perdido una fuente de ingresos.
En el año 1054, se produjo la definitiva división de ambas iglesias cristianas: la de Roma, cuya fe adoptó la denominación de católica apostólica romana, profesada en Europa Occidental, y la bizantina, con sede en Constantinopla, cuya religión se denominó católica ortodoxa griega, que tuvo adeptos en Europa Oriental, el Imperio Bizantino y Rusia, y que no le disputó jamás el poder al imperio.




Fuente: LaGuia.Com