Ya antes de San Gregorio la Iglesia había obtenido dos triunfos importantes con las conversiones de los francos, en la época de Clovis, y de los visigodos, en tiempos de Recaredo; el siglo VI había sido, pues, fértil en conquistas espirituales para la Iglesia , que contaba ahora con la adhesión de los dos reinos romano - germánicos más importantes.
Por su parte, San Gregorio se preocupó por lograr la conversión de los anglosajones; enviado por él, el monje Agustín predicó la doctrina cristiana en los reinos sajones y logró los primeros éxitos, fundando luego el arzobispado de Canterbury. Más tarde fueron convertidos también los anglos.
Finalmente, en el siglo VIII y con el auxilio de los Heristal, el papado emprendió la conversión de las otras conversiones germánicas que permanecían en el paganismo, especialmente los sajones; el triunfo de sus planes se debió a la tesonera acción de San Bonifacio y al apoyo de los conquistadores francos.
Fuentes: Alipso
Fuentes: Alipso
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